lunes, 1 de marzo de 2021

EL ESPÍRITU DEL BOSQUE 1



El auto avanza por el camino de pavimento para luego tomar una ruta  polvorienta...Yunho un joven de quince años mira por la ventana, no deja de fruncir el ceño,  su madre sonríe, será bueno vivir en contacto con la naturaleza dice tratando de animarlo...El padre de vez en cuando sonríe, pero no dice nada, que podría decir, la rebeldía de su hijo tiene un motivo...no es fácil perder a quien amas a tan temprana edad.
La madre habla del bonito paisaje que se encuentra más adelante...Yunho hace una mueca, a quien le importa parece murmurar...Mira por la ventana,  vuelve a hacer una mueca, su madre tiene razón...es un paraje hermoso,  sus ojos se humedecen,  a esa persona le hubiera gustado ese lugar.
Su padre enciende la radio, sonaba una canción antigua, su madre sonríe...es de nuestra época dice, ambos comienzan a tararear, Yunho rueda los ojos., se queda quieto y callado mirando las ramas de los árboles que parecen inclinarse, los rayos de sol se cuelan a través de ellos, alza las cejas, le pareció ver niños corriendo por el bosque, mira por la ventanilla de atrás...pero no ve nada.
Te gustará la casa, dice su madre, quizás tengamos que hacerles algunos arreglos, dice su padre...definitivamente vivir entre la naturaleza le hará bien., dice mirando a su esposa.

Finalmente llegan a un sendero de ensueño, las ramas de los árboles forman un arco y miles de pequeñas flores caen por enredaderas tan grandes como los mismos árboles. Solo un tramo más y llegaron a la vieja casona...Yunho frunce el ceño y no quiere bajar del auto, sus padres lo animan...
Hijo ven, ayuda con el equipaje...a regañadientes, el muchacho baja, da un salto creyó sentir algo pasar por sus piernas¡Algo me rosó la pierna!...su padre ríe—Debió ser un gato...
Un gato?, su madre sonríe—En este lugar hay muchos gatos...
Yunho frunce el ceño—No me gustan los gatos...
—Desde cuando...
—Desde ahora.

Tendrás que acostumbrarte muchachito, los aldeanos dicen que son pequeñas hadas en forma de gatos, dice el padre sin dejar de sonreír.
Yunho que permanece con el ceño fruncido—Pamplinas.

El padre abraza a su madre—Quizás veamos a Totoro...
Ambos ríen, el muchacho rueda los ojos.

Yunho deja a sus padres admirar la naturaleza que rodea la casa, mientras poco a poco se asoma a una ventana, bastante agradable para ser una casucha, dice entre dientes...Te gusta hijo?, pregunta su madre, seguro hay ratones, contesta malhumorado, ella ríe, ratones? con la cantidad de gatos?, vamos jovencito tenemos que limpiar, Yunho protesta.
El padre respira hondo pasándole una escoba, obedece o tu madre nos dejará sin comer.

Mientras el padre barre, labor que Yunho no quiso hacer, él se dedica sin muchos ánimos a limpiar las ventanas, está en eso cuando ve algo moverse entre el tierno trébol, algo que se arrastra pegando bien la barriguita en el suelo blandito que observa al muchacho mal genio...Yunho pestañea tratando de ver mejor, se pone en alerta, lo que sea se acerca más,  Yunho se inclina para ver mejor, luego se agacha...un poco más, solo un poco más, camina sigiloso...sus padres lo miran y sonríen, lo dejan que explore la casa y los alrededores, ellos continúan limpiando mientras Yunho sigue interesado en lo que se mueve entre la hierba.
Al rato se da cuenta que está en medio del patio,  puede escuchar a sus padres tararear canciones antiguos, melosos dice cuando lo que iba siguiendo antes, comienza a moverse con mayor rapidez hasta el bosque. Se quedó quieto dudando si seguir o regresar, el ruido que hace un árbol gigante meciéndose hizo que retrocediera. Respira hondo, y se devolvió  a la casa, abre la puerta corrediza y rueda los ojos, sus padres bailan una romántica canción.


Se apoya en el umbral de la puerta, cuando regresaremos a la ciudad, pregunta. Sus padres lo miran—Acabamos de llegar.
Yunho frunce el ceño—¡Odio este lugar!
Diciendo aquello corre a la habitación y tumbado en la cama llora.

El señor y la señora Jung lo dejaron tranquilo, en algún momento le dará hambre y bajará a comer.

Cerca de las diez de la noche, Yunho despierta, bosteza y mira hacia la ventana, el cielo está cubierto de titilantes estrellas. Respira profundamente...pero...de pronto da un salto, hay algo a los pies de la cama, algo suave y blandito, que con el grito del niño salió por la ventana.

La señora Jung respira hondo y luego mira al señor Jung, ambos sonríen.
Yunho alza una ceja, que les pasa, les digo que algo extraño estaba en mi habitación y ustedes sonríen?

El señor Jung se puso serio, hijo, dijo colocando una mano en el hombro de Yunho.
La señora Jung hizo lo mismo, lo cual comienza a asustar al muchacho, debe ser algo serio, piensa...
Sus padres dicen a coro que el extraño ser que estaba en su cama es nada más y nada menos que un “Neko”
Momento de silencio para luego reír.
Yunho está molesto.
Lo siento dice su padre, no te preocupes, ya sabes que en este lugar hay muchos gatos.
La señora Jung hace que se siente al borde de la cama a su lado—Se dice, que los nekos son espíritus, que se aparecen ante la persona que los necesita. Son guardianes de su alma.
Yunho la mira y pestañea—En serio piensas que es real?
Ella sonríe—No, pero es lindo pensarlo.
Yunho respira hondo.


CONTINUARÁ?



4 comentarios:

  1. Yay, historia nueva!!! Y de las que me gustan, con algo de fantasía y los espíritus del bosque!!! Gracias!!!

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  2. Súper ,súper interesante hasta ahora me tiene picada y la adoro!! ^^
    Muchas gracias Kira

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  3. Acabo de terminar este 1er capítulo y me encantó...! Muy interesante continuaré con el siguiente 🤗

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